EL ARCA


  

EL ARCA



Personajes:

Noé
Sara
Samuel
Ana
Cam
Jafet
Negro

  
I
Interior del Arca. Sara camina vestida con un abrigo de piel. Revisa todo con desgano. Se nota nerviosa. Un negro de buen cuerpo camina a su lado, en silencio.
 Entra Noé complacido por el Arca, sonríe al verla.

NOÉ: ¿Qué te parece?
SARA: Para haberla hecho tú, no está mal.
SARA: ¿Qué?
NOÉ: ¿Sólo eso?
SARA: No tengo más que decir. La verdad, sigo sin entender.
NOÉ: Somos los elegidos.
SARA: Noé, en serio… ¿por qué dejaste el grupo?
NOÉ: No lo dejé.
SARA: No vas. Si no vas, lo dejaste.
NOÉ: Y… no sé. Estoy curado.
SARA: ¿Alguien en sus cinco sentidos haría esto?
NOÉ: …
SARA: Te dije que el alcohol te iba a matar las neuronas.
NOÉ: No me ha matado nada.
SARA: ¿No? …Apesta.
NOÉ: …
SARA: Contigo siempre es lo mismo.
NOÉ: ¿Ese abrigo?
SARA: ¿Lindo, no?
NOÉ: No te lo había visto.
SARA: Hace tanto no nos vemos…
NOÉ: Estaba trabajando. Hay que salvar a la humanidad.
SARA: ¿A eso le llamas trabajo?
NOÉ: Es una misión... Entiéndelo si puedes.
SARA: Lo intento pero no puedo. En serio que apesta.
Me voy, va a llover
NOÉ: Y sí que va a llover. Cantidad que va a llover.
SARA: ¿Te alegra?
NOÉ: Mucho. Hace años que no estaba tan contento.
SARA: ... No tienes remedio. (A Negro) Ve por el paraguas.

Negro sale.

NOÉ: Sara… en serio, mírala bien. ¿Qué te parece?
SARA: …Está mona. Rústica pero mona.
NOÉ: ¿Es todo?
SARA: ¿Qué quieres? La carpintería no es lo tuyo.
NOÉ: Es nuestra salvación.
SARA: Noé… madura.
NOÉ: Sara…
SARA: (Caminando hacia la puerta) Si llegas a cenar, avisa. Hace tiempo que no pido te preparen algo. Me cansé de esperarte.
NOÉ: No voy a llegar.
SARA: Es tu decisión. A mí, Noé, no me culpes de nada.


NOÉ: No puedes irte, ya va a llover.
SARA: Por eso me voy. No quiero mojarme.
NOÉ: Sara, ya va a llover.
SARA: Ya te escuché, no necesitas repetirme las cosas.
NOÉ: Debes quedarte.
SARA: ¿Quedarme? ¿Ah?
Noé… recapacita, querido. De verdad me gustaste un día. Pero ahora…

           Silencio.

NOÉ: (Acercándose amoroso a Sara) Dime la verdad. ¿Qué te parece?
SARA: (Apartándose) ¡Ya! Estoy harta. O te lo digo de una vez o me explota la cabeza. Mira… siéntate. Va a ser difícil.
NOÉ: No hay problema. Dime lo que piensas.
SARA: Como quieras. Noé… te fuiste mucho tiempo de la casa. ¿Estás consiente, no?
NOÉ: Sí.
SARA: Perfecto. Tanto tiempo fuera… pasan muchas cosas.

Entra Negro con el paraguas. Se queda parado junto a la puerta.

SARA: Mejor me voy.
NOÉ: Dímelo. No hay problema.
SARA: ...Como quieras.
La vida cambia. Es bueno hacer cambios.
NOÉ: Esta Arca es un cambio.
SARA: ¿Cómo te lo digo?
NOÉ: ¿Qué?
SARA: Mira… Estoy con alguien.
NOÉ: ...
SARA: ¡Ush! ¿Por qué no entiendes? Facilítame las cosas.
NOÉ: ¿De qué hablas?
SARA: Me sentía sola.

Sara se dirige a la puerta.

NOÉ: Está bien, eso va a cambiar.
SARA: ¿No entiendes?
NOÉ: ¿Qué?
SARA: Cuando una está sola, qué hace. Pues calmar la soledad. Si algo está vacío, lo llenas. Las cosas son simples.
NOÉ: ...
SARA: Yo me sentía sola y vacía y tuve que llenarme (Toma a Negro del brazo).
NOÉ: ¿Eso qué tiene que ver con el Arca?
SARA: ¿Con el Arca?

Entra Cam.

CAM: Listo. Ya están las jaulas cerradas.
Hola, mamá.
SARA: ¿Qué haces aquí?
CAM: …Ayudo a papá.
SARA: ¿Y la escuela?
CAM: …
NOÉ: Para lo que le va a servir después.
SARA: ¿En qué te está ayudando?
NOÉ: Con cosas.
CAM: Le ayudé a juntar  los animales.
SARA: ¿Cuáles?
CAM: Los que están abajo.
SARA: (A Noé) ¿Para qué hiciste eso? ¿Estás traficando?
NOÉ: No digas tonterías. Es parte de la orden.
SARA: Es una brutalidad. Traficar con animales es lo peor del mundo.
NOÉ: ¿Quién lo dice, tu abrigo?
SARA: No está mal darse un gusto de vez en vez.
NOÉ: ¡Esto es para la salvación de la humanidad!
SARA: ¿Y por eso faltó Cam a la escuela? ¿Qué tienes en la cabeza? ¿Ah?
CAM: Dios va a matar a la humanidad por que lo tiene hasta los huevos.
SARA: ¿Qué palabras son esas?
CAM: ...
SARA: (A Noé) Lo sacas de la escuela para que te ayude en “tus cosas” y mira cómo habla. Si nos mandan a llamar a la dirección, ni creas que voy a dar la cara. Quédate con tus locuras pero no embarres a los hijos.
CAM: Las nubes ya tienen el mismo color que éste (señalando a Negro).
SARA: Respeta a la gente.
CAM: Es negro.
SARA: ¡Que respetes!
CAM: Dijiste que a la gente.
SARA: (A Noé) Eso aprende de ti.
CAM: Él no se baña, se bolea.
SARA: (A Noé) Ya estarás contento.
NOÉ: Han pasado más tiempo contigo.
SARA: Claro, la culpa la tengo yo. ¿Vas a dejar que se burle así de mí?
CAM: Yo no me burlé de ti.
SARA: Lo hizo. ¿Vas a dejar las cosas así?
NOÉ: Discúlpate con tu madre.
CAM: ¿Por qué?
NOÉ: Hazlo.

Silencio.

NOÉ: Hazlo.
CAM: …Perdón.
SARA: (Empujando a Negro) Vámonos. Estoy harta de esta peste.

Entran Samuel, Ana y Jafet.
Jafet mira a Sara y se esconde detrás de sus hermanos.

SAMUEL: Ya llegamos.
SARA: ¿Hay reunión familiar?
NOÉ: ¿Quién es ésta?
SAMUEL: Mi novia, Ana.  Se viene con nosotros.
NOÉ: ¿Se qué?
SAMUEL: Se viene con nosotros. Me la robé.
NOÉ: ¿Hiciste qué?
SAMUEL: Me la robé.
SARA: ¿Tienes novia?
NOÉ: ¿Qué te pasa? Te mandé por Jafet, no a que robaras a tu novia.
SAMUEL: Pero papá, es que pensé…
CAM: Milagro.
SAMUEL: Tú, cállate.
SARA: ¿Qué está pasando?
NOÉ: Saca a esa chica de acá. No la quiero en el Arca.
ANA: Por eso te dije que mejor no.
SAMUEL: Es absurdo que quieras perpetuar el género humano y no lleves mujeres.
NOÉ: Dios lo dijo: toma a tu familia, no habló de una desconocida.
SAMUEL: Es mi novia.
SARA: ¿No me oyen o qué? ¿Qué está pasando?
NOÉ: Regrésala. Y apúrate que ya va a llover.
SARA: ¿Qué hace aquí Jafet?
SAMUEL: Papá, entiende. ¿Cómo quieres que nos reproduzcamos?
ANA: Mejor me regreso, Sam.
NOÉ: Dios proveerá. Él sabe lo que hace. Punto.

Sara se dirige a Jafet. Lo toma del brazo.

SAMUEL: Es mi novia. Si no va ella, me quedo.
NOÉ: No seas terco. Haz lo que te dije.
CAM: Oigan… mamá...
ANA: Te dije que era mala idea.
SAMUEL: Cállate, yo me encargo.
NOÉ: Las condiciones de salvación son muy claras. Llévate a esta chica.
CAM: Mamá...
ANA: Nadie me quiere (llora).
SAMUEL: (A Noé) ¿Ves lo que ocasionas?
NOÉ: Yo no la he molestado.
CAM: Mamá le va a pegar a Jafet.

SARA: ¿Tú qué haces acá?
JAFET: ...
SARA: ¿Te saliste para seguirme humillando, verdad?
JAFET: ...
SARA: (Tomándole la cabeza) ¿Qué son estos pelos?
JAFET: ...
SARA: (Tomándolo bruscamente de la ropa) ¿Por qué te vistes así?
JAFET: …
SARA: Sólo de verte me altero.


Sara empieza a quitarle la ropa a Jafet. Le jala los pelos intentando peinarlo.

NOÉ: ¿Qué haces?
SARA: Me erizan sus pelos parados y la ropa ajustada.
NOÉ: Lo vas a lastimar.
SARA: Soy su madre. Nunca le haría daño.

Noé abraza a Jafet.

NOÉ: ¿Cómo estás?
JAFET: …
NOÉ: ¿Cómo estás?
JAFET: …
SAMUEL: Desde que mamá lo metió al internado, no quiere hablar.
SARA: Lo metí para que se componga.
NOÉ: No necesita composturas. (A Jafet) ¿Te han tratado mal?
JAFET: …
NOÉ: Habla conmigo, soy papá.
JAFET: …
CAM: A lo mejor se metió “algo” en la boca y se le pudrió la lengua.
NOÉ: ¡Cam!
SARA: Por eso lo interné, para protegerlo de las burlas. Ya estarás contento de haberlo sacado.
NOÉ: Es parte del plan.
SARA: Tus planes me tienen harta. ¡Harta!
NOÉ: Dijo Dios: (El rostro se le ilumina) “Noé, la humanidad se ha corrompido y he decidido purificarla. Mandaré un diluvio que durará cuarenta días con cuarenta noches. La tierra quedará inundada y las aguas limpiarán todo el pecado. Sólo tú y tu familia serán salvos porque son gratos a mis ojos. Construye un Arca donde meterás dos animales de cada especie para que se reproduzcan y pueblen la nueva tierra. Serás llamado padre de la nueva humanidad porque de ti nacerá la nueva civilización. Tu descendencia será grande como las estrellas del cielo y como las arenas del desierto. Yo estaré contigo hasta el final de los tiempos”.
SARA: ¡Dios no habla por medio de cantineros!
NOÉ: (Se le pierde la luz) ¡No, Sara!
SARA: Si un cantinero me dijera: va a llover y se van a morir todos, mete dos animales de cada especie en un Arca y sálvalos… ¿Sabes lo que haría? Le metía dos animales en el… para que se quedara callado.
NOÉ: ¡No blasfemes!
SARA: ¡Reacciona!
NOÉ: ¡Cállate y…! Déjame hablar con el hijo.
SAMUEL: No va a querer. No suelta palabra.
ANA: ¿Por qué? ¿Qué tiene?
SARA: Qué te importa.
CAM: Le gusta que le abran las piernas.
NOÉ: ¡No molestes a tu hermano!                       ANA: ¿Y cuál es el problema?
(A Samuel) Llévate a esa muchacha.
SAMUEL: Ana se queda. Es mi novia.
SARA: ¿Quién te dio permiso de tener novia?
NOÉ: ¿Por qué no dices las cosas? ¿No nos tienes confianza?
ANA: Se lo íbamos a decir pronto, cuando formalizáramos.
SARA: ¿Formalizar? ¿Quién es esta jovencita? ¿De dónde salió?
SAMUEL: Es de buena familia.
ANA: Soy Ana, hija de Labam, hijo de Jacob, hijo de Ezequiel, hijo de Naím, hijo de Isaac, hijo de Melquisedec, hijo de Jeú, hijo de Jonás, hijo de Habacuq, hijo de Judá, hijo de Leví.
SAMUEL: ¿Ven?
SARA: ¿Dónde la conociste?
CAM: Afuera de la escuela; tienen el mismo diler.
SAMUEL: (A Cam) Cállate, imbécil.

           Luz de un rayo. Se escucha un trueno y una fuerte lluvia que cae.

NOÉ: Empezó...
ANA: Me gusta la lluvia.
SARA: Lo que faltaba.
NOÉ: ¡Bendigamos al señor!
SAMUEL: Está lloviendo, no puedo llevarme a Ana: se queda.
SARA: La que se va soy yo. Me llevo a Jafet.
NOÉ: ¡Momento! … ¡Ya comenzó!
SARA: (A Negro) Vámonos. Trae a ese niño.

Negro se acerca a Jafet. Jafet mira a Negro con miedo.

NOÉ: ¡Ya está lloviendo! ¡Dios lo dijo! ¡Es verdad!
SARA: ¿Qué te asombra? Es temporada de lluvias.
NOÉ: ¡No! Dios lo dijo. Hoy va a diluviar.
SARA: Noé, regresa al grupo, por favor.
NOÉ: ¡Está lloviendo! ¡Está lloviendo! (Brinca por el Arca).
SAMUEL: ¿Podemos hablar con calma?
CAM: Para hacerlo deberías cambiarte de familia.
SARA: Yo soy ecuánime, a mí no me vean.
SAMUEL: Lo que les dije antes es en serio. Me quiero casar con Ana.
SARA: No has acabado la escuela, no tienes ni en qué vivir.
NOÉ: (Canta) “Bendigamos al señor, que nos une en amistad”.
SARA: Ya cállate.
ANA: Señora, Samuel y yo nos amamos.
SARA: Antes de hablarme, pídeme permiso. Después reacciona. Lo que no necesitarás en la vida, es amor.
ANA: Queremos empezar de cero. Enfrentar la vida, todo lo que nos traiga.
SARA: ¿Qué?
SAMUEL: Sí, mamá. Vamos a salir adelante con nuestro esfuerzo.
SARA: (Llora) ¡Fracasé como madre!
SAMUEL: (A Noé) Dime qué opinas. Por favor, papá.
NOÉ: (Canta) “Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva”.
SAMUEL: ¡Papá!
NOÉ: ¿Qué?
SAMUEL: Dime qué opinas de lo que quiero.
NOÉ: (Calmándose) Robarse a las mujeres no trae nada bueno. Te lo digo por experiencia.
SARA: ¿Qué quieres decir?
NOÉ: ...Que todo ha empezado. Como estaba escrito.
SARA: ¿Qué quieres decir?
NOÉ: Empezó el diluvio. Estoy contento.
SAMUEL: Ana se queda conmigo.
NOÉ: Dios dijo que sólo familia.
SAMUEL: ¿Entonces, qué hace Negro acá?
NOÉ: La servidumbre es necesaria. Al menos uno.
SARA: ¡No es el criado de nadie!
NOÉ: Mientras no encontremos nada mejor, Negro sigue con nosotros.
SARA: Déjenlo en paz.
SAMUEL: Quieres perpetuar la especie pero cómo nos vamos a reproducir, ¿como cigarras?
CAM: Asco, nos vamos a volver como Jafet.
NOÉ: No repitas eso delante de mí. Pídele disculpas a tu hermano.
CAM: ¿Por qué?
NOÉ: Porque sí.
CAM: Pero es verdad, por eso mamá lo mandó al internado.
NOÉ: Cállate y pídele perdón.
CAM: Perdóname, jotito.
NOÉ: ¡Cam!
CAM: ¿Me disculpé, no?

           Suena un trueno fuerte.

SARA: Esto no va a parar pronto.
NOÉ: ¿Qué esperabas? ¡Es el diluvio! (Ríe).
SARA: (A Negro) Tráeme una silla, necesito descansar de esto.
NOÉ: No hay. Siéntate en el suelo.
SARA: ¿No tienes sillas?
NOÉ: ¡Apenas logré construir un Arca, no sé de carpintería!
SARA: De esposa de rico a mujer de carpintero.
¿Qué se puede esperar de la mujer de un carpintero?
Seré la burla de todos (Solloza).
SAMUEL: Lo mejor será que descansemos.
CAM: ¿De qué? No has hecho nada.
SAMUEL: Bueno, ¿tú qué?
CAM: Los animales los metí yo.
SAMUEL: Claro, entre amigos no hay problemas.
CAM: Te voy a cerrar la boca a punta de puñetazos.
     SARA: Yo, la gran Sara…
           La gloria de Sodoma.
 La   inspiración de Gomorra…
          La diva.
 La voz.
          El porte. El glamour…
          Mujer de carpintero.
          Horror…
          (Llora y se desploma).
NOÉ: ¡Cállense y siéntense!
CAM: Me está molestando.
NOÉ: ¿No escuchaste? Que se callen.
CAM: Claro, como es el consentido.
NOÉ: Si sigues hablando, los puñetazos te los voy a dar yo.

           Samuel ríe.

NOÉ: A ti también. Cállense y siéntense.

           Todos se sientan. Ana mira la lluvia por la ventana.
Jafet se aleja de Negro y se sienta cerca de Sara.

SARA: (Limpiándose las lágrimas) Hazte para allá. Hay mucho espacio.

Jafet se levanta y se aleja. Noé mira a Sara. Sara llora. Negro mira a Jafet, Jafet mira a Negro, Negro le sonríe y Jafet esconde la mirada. Cam mira a Samuel. Samuel mira a Ana. Ana mira la lluvia.


II
           Todos sentados en la misma posición. Se notan aburridos, sólo Noé sonríe.
Afuera, la lluvia cae. Se escuchan truenos. Luces de rayos.

ANA: Me gusta la lluvia.


SAMUEL: Es increíble cómo pasa el tiempo.


ANA: Cae y moja.


CAM: Tengo hambre.


ANA: Hace frío.


ANA: Me voy a resfriar.


ANA: Cuando hace frío, me resfrío.
(Ríe) Me salió en rima.


ANA: Y eso que no soy poeta.
SARA: ¡Samuel, calla a esa mujer!
SAMUEL: Ana…

Silencio.

ANA: Yo dije que me iba.
SARA: En cuanto pase la lluvia, eres la primera en salir.
SAMUEL: ¡Mamá!
CAM: Tengo hambre.

Silencio.

CAM: Tengo hambre.
SARA: Cállate.
NOÉ: Hagamos una oración de gratitud.
SARA: Gratitud ¿por qué?
NOÉ: Porque todo es como fue dicho. Oremos juntos en familia.

Silencio. Todos se miran.

NOÉ: Bien. Pasaremos acá un tiempo largo, lo mejor será organizarnos para el buen funcionamiento de nuestra vida.
SARA: ¿Cuál vida?
NOÉ: En el Arca.
SARA: Piensas que… Te dije que no dejaras el grupo.
NOÉ: Sara, no frente a los hijos.
CAM: Tengo hambre.
ANA: Cuando éramos niños, mi papá nos sacaba de la casa para que nos mojáramos en la lluvia. Decía que era para limpiarnos el alma.
SARA: Tu papá los sacaba de la casa porque no los soportaba.
SAMUEL: ¡Mamá!
SARA: Tampoco yo la aguanto.
CAM: Hay una gotera.
NOÉ: Hay que repartir las obligaciones.
SARA: Estás loco.
NOÉ: Samuel, estarás a cargo de alimentar a los animales.
SAMUEL: ¿?
NOÉ: Ana, por ser la novia de Samuel, y en tanto que la mujer es complemento del hombre, deberás sacar todo el estiércol que los animales produzcan; tu esposo los alimenta y tú recoges sus deshechos: ciclo completo.
SARA: ¿Qué estás haciendo?
NOÉ: Cam, te corresponde la limpieza y arreglos del Arca; debes cuidar que todo esté en orden, limpio y… que todo esté en perfecto estado, vaya.
CAM: Hay una gotera.
NOÉ: Arréglala.
CAM: ¿Con qué?
NOÉ: Jafet, estarás a cargo de la despensa; cuida que todo sea bien aprovechado y nos dure.
SARA: ¿Qué haces?
NOÉ: Sara, por ser la mujer principal, te corresponde la cocina. Guisarás día a día lo que comeremos, lavarás la ropa, la plancharás y arreglarás las camas. ¿Estamos todos de acuerdo?
SARA: ¿Qué estás haciendo?
NOÉ: No podemos vivir como animales. Hay que estar organizados.
CAM: Que el esclavo haga todo.
SARA: No molestes a Negro.
CAM: ¿Entonces, para qué lo queremos?
SARA: Eso no te incumbe.
NOÉ: Espero que cada uno cumpla con sus funciones.  Yo… estaré orando en mi cuarto.

           Noé se levanta y sale.

SARA: Esto es un circo. Me van a volver loca.
ANA: Me relaja el sonido de la lluvia.
SAMUEL: Lo mejor será que hagamos lo que papá dice.
SARA: Nadie se mueve. Tu padre va a escuchar unas cuantas palabras de mi parte.
SAMUEL: Pero.
SARA: Ya hablé. ¡Noé! (Sale tras Noé).
CAM: Hay una gotera y tengo hambre.

            Cam se soba el estómago y se acuesta. Samuel y Ana se abrazan. Negro se acerca a Jafet. Jafet se aleja temeroso.
          Lluvia. Truenos. Luces de rayos.


III
           Lluvia. Truenos.
           Todos en la misma posición.
Tras un momento, Jafet se levanta y sale. Negro se levanta y lo sigue.

SAMUEL: ¿A dónde van?
CAM: ¿Te imaginas?
SAMUEL: ¿Qué?
CAM: ¿Lo que le haría el negro a Jafet?
SAMUEL: Qué chistoso eres.
CAM: Tengo hambre.
SAMUEL: Cuando tienes hambre, te pones creativo.
CAM: Algo.
SAMUEL: ¿Cómo se le ocurrió a Dios meterte en el plan divino?
CAM: ¿Habrá un plan divino?
SAMUEL: No estaríamos acá.
CAM: Bueno… voy a buscar algo de comer.
SAMUEL: Mamá dijo que nadie se moviera.
CAM: El puto ya se fue.
SAMUEL: No le digas así.
CAM: Ajá.
SAMUEL: Oye, en serio… respeta a Jafet.
CAM: Como sea (Se levanta y va a salir).
SAMUEL: ¿A dónde vas?
CAM: Tengo hambre.
SAMUEL: Mamá dijo que nos quedáramos acá.

Cam sale. Samuel voltea a ver a Ana. Ana, perdida, mira la lluvia.

SAMUEL: Perdón.
ANA: …
SAMUEL: Tal vez debimos hacer las cosas de otra forma. Pero así salió.
ANA: …
SAMUEL: Como sea. Estoy feliz de que estés conmigo.
ANA: …
SAMUEL: ¿Ana?
ANA: …
SAMUEL: Bueno, nosotros acá esperamos, ¿no?
ANA: …
SAMUEL: Bien.


          IV
           Pasillo.
Sara tocando la puerta.

SARA: ¡Noé!
SARA: ¡Noé!
SARA: ¡Noé!
SARA: ¡Ush! (Patea la puerta).


          V
Pasillo. Cam mira fijamente, como hipnotizado, una gotera.
            Entra Jafet llevando una escoba. Jafet mira a Cam por un tiempo.
            Cam reaciona.

CAM: ¿Qué? ¿Te gusto o qué me miras?

            Jafet sale. Entra Negro. Negro mira a Cam.

CAM: ¿Qué? ¿Te gusto o qué me miras?
NEGRO: No.
CAM: ¿Entonces?
NEGRO: ¿Qué hace?
CAM: Hay una gotera.
NEGRO: ¿Y?
CAM: Busco una forma de taparla.
NEGRO: ¿Y?
CAM: ¿Y qué?
NEGRO: No, naa.
CAM: Bueno, pues andándote que me interrumpes.

            Negro sale. Cam mira la gotera hipnotizado.
            Un tiempo.


            VI
          Habitación. Ana y Samuel desempacando.

ANA: Excelente idea hacer un barco para ir de crucero. Me encantan los viajes exóticos.
SAMUEL: A mí me gusta lo que se hace en ellos.
ANA: ¿No te parece que la lluvia es hermosa?
SAMUEL: Claro, mientras no moje.
ANA: Me gusta ver cómo cae y cae y cae la lluvia. Quisiera tener una máquina que produjera lluvia artificial, así llovería cuando yo quisiera.
SAMUEL: Yo quiero…
ANA: ¿Qué?
SAMUEL: No, nada.


ANA: Me gusta la lluvia.
¿Es verdad que el mar es el agua almacenada de la lluvia?
SAMUEL: No sé.
ANA: ¿Cuánto mide el mar?
SAMUEL: Mucho.
ANA: ¿Cuánto?
SAMUEL: No sé.
ANA: ¿Más o menos?
SAMUEL: Mucho.
ANA: ¿Por qué el mar es salado si es agua de lluvia?
SAMUEL: Porque los peces hacen pipí.
ANA: La peor razón que he escuchado en mi vida.


ANA: Tu mamá es muy extraña.
SAMUEL: Un poco.
ANA: ¿Por qué le brinca un ojo?
SAMUEL: Cosa de familia. A todos les brinca un ojo. Cuando íbamos a visitar a los tíos y los abuelos, pasábamos horas sentados viendo cómo les brincaban los ojos. Podías formar secuencias de movimientos colocándolos en distinto orden, empezando con el abuelo, después ponías a algún tío, después a otro… o hacíamos juegos aleatorios intentando adivinar a quién le correspondía que el ojo le brincara. Como sea, nunca la mires a los ojos directamente. Se pone loca.
ANA: Ah… ¿A ti te brinca?
SAMUEL: No, gracias a la sangre de papá. No hay que preocuparse ya por esa carga genética.
ANA: Parece divertido.
SAMUEL: Lo es.
ANA: A mí me divierte la lluvia.                       SAMUEL: Ojalá ya deje de llover.

.          Silencio. Se miran.

ANA: Quiero una máquina de lluvia.


SAMUEL: Ana…
ANA: ¿Qué?
SAMUEL: No, nada.


SAMUEL: Ana.
ANA: ¿Qué?
SAMUEL: Acaríciame.


ANA: ¿Crees que la lluvia lave las almas?
SAMUEL: Quiero hacer el amor.
ANA: Quiero mojarme en la lluvia.
SAMUEL: Quiero mojarme contigo.


VII
            Sara tocando en la puerta del cuarto.

SARA: Noé…
SARA: Noé…
SARA: ¡Noé!


VIII
           Jafet barre en silencio. Negro lo sigue, vigilándolo.
Jafet se aleja, Negro lo sigue. Así un rato.
Entra Cam. Los mira. Ríe.

CAM: ¿Qué haces, joto?
JAFET: …
CAM (A Negro): ¿Y tú?
NEGRO: Dijo senioa que vigile a ninio.
CAM: Cuídalo bien, no se te vaya a escapar (Ríe). Más en esta pinche caja de mierda.
NEGRO: Sí.
CAM: No te le despegues, como si fueras su sombra. Y no lo digo porque seas negro. Yo respeto (Ríe y sale).

           Negro mira a Jafet. Jafet sigue barriendo.
           Silencio.

NEGRO: ¿Po qué tan calla´o?
JAFET: …
NEGRO: No te vo a´ce naa. Puede hablá.
JAFET: …
NEGRO: ¿Lo ratone te comieon la lengua?
JAFET: …
NEGRO: ¿O fue oto animalito?
JAFET: …
NEGRO: No mueldo.
JAFET: …
NEGRO: Bales bonito.
JAFET: …
NEGRO: Y sonlíes bonito.

           Jafet mira temeroso a Negro. Sigue barriendo.

NEGRO: Eta Aca sí que e grande, ¿eh?
JAFET: …
NEGRO: ¿A ti te gusta la cosa grande?

           Jafet mira a Negro y sonríe.
Negro sonríe.


IX
           Ana recogiendo montones de estiércol con las manos. Algunos pedazos se le van cayendo. Entra Cam y la mira.

CAM: ¿Qué haces?
ANA: El amor.
CAM: Lo haces muy bien.
ANA: Don de dios.
CAM: Seguramente.

Silencio.

ANA: ¿Tú qué haces?
CAM: Te miro.
ANA: ¿Sí?
CAM: Sí.
ANA: Eres muy amable.
CAM: Soy un caballero.

            Entra Jafet. Los mira.
            Baja la vista y sale en silencio.

ANA: Es lindo tu hermano.
CAM: Salió del lado de la familia de mamá. Ahí las cosas no están muy bien.
ANA: ¿Por?
CAM: Cosas de familia. ¿Ya viste que a mamá le brinca el ojo?
ANA: Sí.
CAM: Por ejemplo. Ese lado de la familia no es muy bueno.
ANA: ¿Tú de qué lado estás?
CAM: Yo llegué por el río en un canastito.
ANA: Ah…


ANA: Bueno, debo terminar mi trabajo.
CAM: ¿Te ayudo?
ANA: ¿Terminaste el tuyo?
CAM: No. Pero es mejor hacer el amor.


           X
            Sara sentada en el piso tocando en la puerta del cuarto.

SARA: Noé…
SARA: Noé…

Se va quedando dormida.


XI
           Samuel con un papiro en el piso. Piensa. Entra Jafet y lo mira.

SAMUEL: ¿Qué?
JAFET: …
SAMUEL: ¿Qué andas haciendo?
JAFET: …
SAMUEL: ¿Todo bien?
JAFET: …
SAMUEL: Bueno… todo bien pero me gustaría estar solo.

Jafet se dirige a la salida.

SAMUEL: Oye, no es por ti. Yo te respeto y todo bien. Pero necesito estar solo.
JAFET: …
SAMUEL: Es en serio. No me causas problemas. Todo bien. Yo te tolero.
JAFET: …
SAMUEL: Bueno… ¿me dejas?

Jafet sale.
Samuel sigue pensando, intentando escribir en su papiro.
Entra Cam. Lo mira.

CAM: ¿Ya hiciste tu trabajo?
SAMUEL: …
CAM: Te estoy hablando.
SAMUEL: Tengo en la mente una historia, pero no sé cómo bajarla.
CAM: Haz algo de provecho, ¿quieres?
SAMUEL: Contaré la historia de un hombre que va viajando por mar.
CAM: Ah…
¿Papá?
SAMUEL: Bueno, parte de esto pero se convierte en otra cosa. El hombre va con toda su tripulación para buscar su casa pero en el camino enfrentan una gran cantidad de aventuras y desafíos. Monstruos de mar, sirenas, cíclopes. Y le impiden volver a su hogar.
CAM: ¿Y eso como para qué sirve?
SAMUEL: Para mantener viva la fantasía.
CAM: Te encanta meter la mano donde sabes que no vas a encontrar nada.
SAMUEL: No veo cuál es el problema. Tal vez, esto que ahora escribo, suceda dentro de algún tiempo…
CAM: Deja de hacerte menso y ponte a trabajar.
SAMUEL: Es una buena historia, pero no sé cómo aterrizarla.
CAM: ¿Tu cabeza o la historia?
SAMUEL: ¿Desayunaste leche de payasita?
CAM: De dromedaria.
SAMUEL: Dromedario. No tiene femenino.
CAM: Díselo al dromedario, se está cogiendo a uno de su mismo sexo. Tu hermano debe estar contagiando. No respires cerca de él.
SAMUEL: No tengo ningún problema con Jafet. Todo bien. Yo lo tolero.
CAM: Juras.
SAMUEL: Es verdad. Así es con nosotros los artistas. El arte ayuda a pensar.
CAM: Mejor ponte a trabajar, ¿quieres?
SAMUEL: Estoy en un momento creativo.
CAM: Ni siquiera eres bueno escribiendo.
SAMUEL: Soy incomprendido.
CAM: Ajá.
SAMUEL: Algún día, se me reconocerá como lo que soy. Lo que escriba será ley. Mis textos marcarán la vida del mundo.
CAM: Ajá.
SAMUEL: Aunque te cueste reconocerlo.
CAM: Ajá.
SAMUEL: Como sea. ¿Me dejas estar solo? Necesito crear.
CAM: Entre tú y papá, no sé a cuál irle.
SAMUEL: Si no crees en lo que papá está haciendo, ¿qué haces acá?
CAM: Falto a clases.
SAMUEL: Un día, alguien te hará quedar en ridículo. Tal vez sea yo.
SAMUEL: Haz cola.

Cam sale. Samuel lo sigue con la vista.
Regresa a su papiro y piensa.
Una gota cae en el papiro.

SAMUEL: ¡Mierda!


XII
          Sara sentada en el piso recargada en la puerta del cuarto. Duerme.
Jafet entra con una escoba en la mano. Mira a Sara.
Toma la escoba firmemente y se acerca a Sara. Parece que va a golpearla. La mira.
Usa la escoba para sostenerle la cabeza.
La mira.
Intenta darle un beso pero se contiene. Entra Negro.
Jafet sale.


XIII
            Todos reunidos, menos Sara.

ANA: Me gusta la lluvia.
NOÉ: Las cosas no están funcionando, hay que hacer una evaluación.
CAM: Hay gente que no hace lo que se le dijo.
NOÉ: Así es, debemos atender eso.
SAMUEL: A mí no me vean.
CAM: Ni te preocupes, nadie te ve. Menos trabajar.
SAMUEL: Tengo mi propio horario para cumplir con lo que me toca.
CAM: Ajá.
SAMUEL: ¿Algún animal se ha quejado? No.
Miento… uno se acaba de quejar.
CAM: Jo – jo – jo.
SAMUEL: Que no tenga los horarios del resto del mundo, no es mi problema. Yo necesito mi espacio para crear e igual cumplo con mis tareas.
NOÉ: Bien, no peleemos. Estamos acá para tomar acuerdos. ¿Dónde está su madre?
CAM: No sé. Hace un par de días que no la veo.
SAMUEL: Dijo que iba a hablarte y desde entonces tampoco la veo.
NOÉ: ¿Alguien sabe de ella?

Silencio. Jafet baja la mirada.

NOÉ: (A Negro) ¿La has visto?
NEGRO: Etaba en la pueta de labitación.
NOÉ: Bien, pues vamos a buscarla. Para tomar acuerdos debemos estar todos.

Se ponen de pie. Entra Sara.

NOÉ: ¿Dónde estabas?
SARA: ¿A qué hora saliste?
NOÉ: ¿De dónde?
SARA: De tu cuarto. Te he estado tocando la puerta y no abres.
NOÉ: Dije que estaría en oración. Tuve un trance místico.
SARA: ¿Un qué?
NOÉ: Un trance místico.
SARA: Noé…
NOÉ: ¿Qué?
SARA: Olvídalo. Esto ya es demasiado. (A Negro) Toma las cosas y vámonos.
NOÉ: Está lloviendo.
SARA: No importa. Ya me cansé de esperar.
ANA: Me gusta la lluvia.
NOÉ: Está cayendo un diluvio, tal como Dios lo dijo.
SARA: Deja de decir eso. Me tienes harta.
NOÉ: Escucha la lluvia. Está lloviendo.
ANA: Me gusta la lluvia.
SARA: Es temporada de lluvias, ¿qué esperabas?
NOÉ: Él lo dijo y está pasando. ¿Qué otra prueba quieres?
ANA: Me gusta la lluvia.
SARA: ¿No sabes decir otra cosa?
SAMUEL: Ana… ya, por favor.
NOÉ: Como sea, está pasando y ya no hay forma de salir.
SARA: Por supuesto que saldré. Me voy de acá. No hay forma de dormir, el lugar apesta y no hay nada de comer.
NOÉ: Justo de eso estamos hablando. No estás cumpliendo con tus obligaciones.
SARA: ¿Qué?
NOÉ: Los hijos no han comido. Te toca la cocina y ni siquiera te has parado en ella para ver cómo es.
SARA: …
NOÉ: ¿No tienes nada que decir?
SARA: Noé… ¿Olvídalo, quieres? (Se sienta y llora).
NOÉ: Sara… (se acerca para consolarla).
CAM: Tengo hambre.
NOÉ: Y que quieres, ¿que caiga maná del cielo?
CAM: Pues tengo hambre.
SAMUEL: El niño tiene hambre.
CAM: Cállate.
SAMUEL: Sólo me callan mis padres.
CAM: Te callo cuando quiero.
SAMUEL: ¡Soy el mayor y me debes respeto!
CAM: No es mi culpa que seas el mayor. Al menos yo fui planeado.
SAMUEL: Cállate, imbécil.
CAM: “Cállate, imbécil” “Cállate, imbécil” La nena se ofendió.
SAMUEL: Ahora sí te rompo la cara.
NOÉ: ¡Me están quemando las barbas!

           Suena un trueno. Todos callan.

NOÉ: ¿Ven? Ya hicieron enojar a Dios.

Un trueno más callado. El Arca se mueve.

SARA: ¿Qué pasa?

El Arca se mueve una vez más.

SARA: ¿Qué está pasando?

Otro crujido y un nuevo movimiento.

ANA: Estoy mareada.

Samuel va a la ventana y mira por ella.

SAMUEL: Eh… creo que tenemos un problema. No veo tierra por ninguna parte y estamos flotando en el agua. Aunque podría equivocarme… quizás es un charco que por efecto de luz se ve muy grande. Podría ser. En todo caso, es muy real.
NOÉ: ¡Ahí está! ¡Bánquense eso!
SARA: (A Samuel) ¿Qué estás viendo?
SAMUEL: Agua. Mucha. Y flotamos. Y aparte del agua, sólo veo la lluvia.
SARA: (Yendo a la ventana) Es un error. Debe ser un error. Dios no habla por medio de un cantinero.
NOÉ: Dios sabe cómo hace las cosas. Él dijo: (Se le ilumina el rostro) “Noé, la humanidad se ha corrompido y he decidido purificarla. Mandaré a la tierra un diluvio que durará cuarenta días con cuarenta noches. Al cabo de estos la tierra quedará inundada y las aguas limpiarán todo el pecado. Sólo tú y tu familia serán salvos porque son gratos a mis ojos. Construye un Arca donde meterás dos animales de cada especie para que se reproduzcan y pueblen la nueva tierra. De igual forma, tu descendencia será grande como las estrellas del cielo y  mucha como las arenas del desierto. Serás llamado padre de la nueva humanidad porque de ti nacerá la nueva civilización. No temas, pues yo estaré contigo hasta el final de los tiempos”.
SARA: No entiendo.
NOÉ: Los caminos de Dios son misteriosos. No hay que entenderlos, sólo aceptarlos.
SARA: ¡Despierta!  ¡A Dios lo que menos le importa es la humanidad!
NOÉ: (Se le va la luz) Por tu bien, quédate callada.
SARA: ¿Qué necesidad tiene Dios de esto? Si hizo todo en siete días y quiere corregirlo, que lo destruya todo y lo haga de nuevo en otros siete.
NOÉ: Cállate. Suelta tu veneno en otro lado.

           Sara lo mira y se aparta.

CAM: A mí, la verdad, hay cosas que no me cuadran. Somos seis personas.
NEGRO: Siete
CAM: Tú eres negro, no cuentas.
SAMUEL: (A Cam, Jafet y Negro) A ver, ¿ustedes cómo van a rescatar a la humanidad si no trajeron mujer?

Silencio. Samuel ríe y besa a Ana.

NOÉ: Dios habló conmigo en un sueño. Que Ana venga en el Arca es un acierto. Ha sido elegida para perpetuar la especie humana. Será recordada de generación en generación. Así está escrito. (A Ana) Tu descendencia será grande como las arenas del desierto y mucha como las estrellas del cielo.
SAMUEL: Se los dije. Desde el inicio.
NOÉ: Ana deberá ser la mujer de todos.
SAMUEL: ¿Qué? ¡La traje para mí!
NOÉ: Dios lo dijo, hay que obedecerlo.
SAMUEL: ¡Ana es mía!
CAM: ¡No al monopolio! ¡Sigamos el proyecto de Dios!
SAMUEL: ¿Desde cuándo te importa el proyecto de Dios?
NOÉ: No vamos a discutir. El proyecto divino manda que Ana sea la nueva Eva.
SAMUEL: Yo la traje, soy el único que tendrá descendencia.
CAM: Alguien no está colaborando con el plan divino…
SAMUEL: Si tocan a mi mujer, les corto la cabeza.
NOÉ: Hijo, entiendo que estés preocupado. Si otro sembrara su semilla en tu madre, reaccionaría de la misma manera. Es loable que defiendas a tu mujer, pero otros intereses nos mueven. El proyecto de Dios está por encima de tu dignidad y orgullo así que te callas.
SAMUEL: No estoy de acuerdo.
CAM: Votemos y que gane la mayoría. De acuerdo somos dos: papá y yo; en contra sólo tú, Jafet es abstención oficial por falta de criterio. Pierdes. ¿Quién se queda con Ana?
NOÉ: Lo mejor sería rifarla.
SAMUEL: ¡No estoy de acuerdo!
CAM: Por subversivo pierdes tu derecho. Papá no juega y a Jafet no le gustan las mujeres: me la quedo yo. Asunto resuelto. Vámonos, Ana.
NOÉ: Momento. Las cosas no son así. Cada uno ponga su nombre en un papel y la sortearemos.
SAMUEL: ¡Es mi mujer!
NOÉ: Negro, trae papel para hacer el sorteo.
CAM: ¡Premio mayor! ¡Premio mayor!

Negro sale.

SAMUEL: ¡Esto no puede ser!
NOÉ: Ana, ¿estás de acuerdo en ser sorteada?
ANA: ¿Mande?
NOÉ: ¿Estás de acuerdo en ser sorteada?
ANA: Claro.
SAMUEL: ¿Qué?
ANA: ¿Por qué no?
CAM: Ella decidió. No se hable más.

Entra Negro con el papel. Lo reparte entre los hombres.

SAMUEL: Si le ponen un dedo encima, los mato.
NOÉ: Tranquilízate.
SAMUEL: Prefiero aventarme por la ventana y ahogarme antes de ver que otro tome a mi mujer.
CAM: Ni siquiera es tu mujer. Ni lo ha sido.
SAMUEL: Claro que sí. Casi.
CAM: Ni lo será. Mejor acéptalo.
SAMUEL: ¡Me voy a tirar por la ventana!
NOÉ: Tienes dos opciones. Aviéntate en este mismo momento, o bien, toma un papel y escribe tu nombre. Decide.

...

NOÉ: Bien, escriban su nombre. Sólo pueden participar una vez.
SAMUEL: ¡Ana!
ANA: Yo quiero ser sorteada.

Todos escriben. Le entregan los papeles a Noé.

ANA: ¿Negro no entra?
SARA: No.
ANA: ¿Por qué?
SARA: Porque no.
NOÉ: Tienes razón. Quizás sea bueno incluirlo.
CAM: Pero es negro.
NEGRO: ¿Y? Tú ere judío.
SARA: ¡Dije que no y es no!
NOÉ: Dejemos que él decida. Negro, ¿quieres participar?

Negro no responde, sólo se apresura a tomar un papel y escribir su nombre. Sara y Jafet lo miran recriminando.

CAM: Si no sabes escribir échate saliva en el dedo y ponlo en el papel.

Negro entrega su papel. Sara lo mira furiosa.

NOÉ: Bien, hagamos el sorteo.
SARA: Yo lo haré. Dame los papeles.
NOÉ: ¿Por qué?
SARA: Lo debe hacer alguien neutro, ¿no?

Sara le quita los papeles. Todos miran a Sara. Sara toma el papel, lo desdobla.

SARA: Bien, el ganador es... (Los mira) Es…. El ganador es… ¡Jafet!

Nadie reacciona. Después miran a Jafet.

SARA: Adelante, que el benjamín extienda las tribus de Dios por la nueva tierra. Toma a tu mujer y anda a proliferarte.
JAFET: …
SARA: Es voluntad divina. Lo dijo tu padre. Obedece (Toma a Jafet y a Ana y los saca).
CAM: ¡Estoy en contra! El sorteo estuvo vendido.
SARA: ¿Me estás diciendo tramposa?
CAM: ¿Qué va a hacer Jafet con ella? ¿Hablar de maquillaje?
SARA: Fue decisión de Dios. Jafet se queda con Ana, ustedes a lo suyo y a Negro nadie lo toca.
NOÉ: Aceptémoslo…
CAM: ¡No estoy de acuerdo! Pido una auditoría.
NOÉ: …Lo que debes hacer es ir a limpiar el Arca. Se está acumulando el polvo.
CAM: No es polvo, es pelo de animal y soy alérgico.
NOÉ: …Todos a ocuparse de lo suyo.
SARA: ¿Todos?
NOÉ: …Nos vemos para la próxima evaluación.

           Noé sale. Sara toma a Negro y salen.

CAM: Estoy muy molesto.
SAMUEL: ¿Por?
CAM: Este sorteo fue un fraude total.
SAMUEL: ¿Quieres con mi vieja?
CAM: No.
SAMUEL: Ya me di cuenta de cómo la miras.
CAM: Deberías darte cuenta de cómo me mira ella.
SAMUEL: Imbécil.
CAM: Yo sólo digo.
SAMUEL: Di lo que quieras.
CAM: ¿Y? ¿No irás a recuperar a tu mujercita?
SAMUEL: ¿De Jafet? (Ríe).
CAM: Aunque sea jotita, tiene con qué.
SAMUEL: Por favor.
CAM: Si yo fuera tú, me preocuparía.
SAMUEL: No tengo nada de qué preocuparme por Jafet.
CAM: Yo no lo digo por Jafet. Ana, la verdad es que se monta muy bien (Se va).
SAMUEL: ¿Qué? … ¡Cam! (Va tras él).


           XIV
           Habitación. Sara canta. Negro sostiene su abrigo de piel. Lo acaricia como a una mascota. Mira extasiado a Sara mientras canta. Se va acercando poco a poco a ella como hipnotizado. Sara sigue cantando. Negro se acerca poco a poco a ella hasta terminar tomándola del cuello. Intenta quitarle la voz. Sara lo golpea. Negro reacciona.

SARA: ¿Qué te pasa?
NEGRO: Pedón.

           Sara lo mira fijamente. Se soba el cuello. Se compone un poco. Negro baja la mirada.

SARA: Ni empieces que no me tienes muy contenta.
NEGRO: Sí…
SARA: ¿Quién te crees?
NEGRO: Nadie.
SARA: ¿Cómo se te ocurrió poner tu papel?
NEGRO: …

           Sara le quita el abrigo. Se lo pone. Se acomoda el cabello.

NEGRO: Pedón.
SARA: (Lo mira un momento) Me gusta cuando te sonrojas.

           Negro sonríe. Se besan.
Entra Noé.

NOÉ: (A Negro) Vete.
SARA: ¿Qué quieres?
NOÉ: Necesito hablar contigo.
SARA: ¿De?
NOÉ: (Negro) Vete.

           Negro suelta a Sara y sale.

SARA: ¿Qué quieres?
NOÉ: ¿Por qué?
SARA: ...
NOÉ: ¿Qué pasó?
SARA: ¿De qué hablas?
NOÉ: Del sorteo. ¿Por qué sacaste a Jafet?
SARA: Fue cosa de dios.
NOÉ: Me estás ocultando algo.
SARA: ¿En serio?
NOÉ: ¿Qué es?
SARA: No te he ocultado nada. Yo ya te dije lo que tenía que decir.
NOÉ: Esto es algo turbio. Más bien, negro.
SARA: Exacto.
NOÉ: Negro… tú…
SARA: …
           ¿De qué hablas?
NOÉ: Sara… fui un borracho y soy un loco, pero no me trates como a un tonto.
SARA: …
NOÉ: ¿Y bien? ¿Puedes decirme de qué se trata todo esto?
SARA: De salvar a la humanidad.
NOÉ: No estés jugando.


NOÉ: Dime, Sara.
SARA: Ya te lo dije... No quisiste escuchar.
NOÉ: No entiendo.
SARA: Me sentí sola. Te lo dije.
NOÉ: ¿Y?
SARA: Y pasó. Las cosas pasan. A ti dios te habla y te detuviste. Yo decidí seguir con mi vida.
NOÉ: No te quiero creer.
SARA: ¿Qué esperabas? Alcohólico, psicópata...
NOÉ: Sara…
SARA: Lo siento, es verdad.
NOÉ: Dijo dios: Toma a tu familia... limpiar la humanidad...
SARA: Alcohólico, psicópata...
NOÉ: Soy un loco, pero he hecho esto para vivir como cuerdo.
SARA: Lo siento…
Yo sólo vine a decírtelo y me quedé encerrada.
NOÉ: No deberías estar aquí.
SARA: Nunca quise estar.
NOÉ: Aviéntate por la borda.
SARA: No estoy loca. Yo no.
NOÉ: ¿Desde cuándo?
SARA: Nunca he estado loca.
NOÉ: ¿Desde cuándo estás con él?
SARA: ¡Ah! ¿Así? Un par de meses.
NOÉ: ...
SARA: Te dije que no lo necesitaba. Podía estar sola.
NOÉ: ¿Podías estar sola?
SARA: Bueno, creí. Tú insististe en regalármelo. “Tenlo, para algo servirá. Un negro nunca sobra”.
NOÉ: ¿Es mi culpa?
SARA: …
NOÉ: Alcohólico, psicópata… y culpable.
SARA: Tú lo dijiste.


NOÉ: Vete.
SARA: ¿A dónde?
NOÉ: A donde quieras.
SARA: No se puede salir de acá.
NOÉ: Entonces escóndete.
SARA: ¿En esta cosa?
NOÉ: Esta cosa son mis sueños. Y te dejé entrar en ellos.
SARA: Ajá.

           Noé la mira fijamente. Sara cambia la mirada.

NOÉ: Hasta ese maldito tic que tienes me gustaba (Sale).

           Entra Jafet. Sara lo mira.

SARA: ¿Tú qué quieres?
JAFET: …
SARA: ¿Se te perdió algo?
JAFET: …
SARA: Anda a otro lado. Me contaminas el aire.

           Jafet sale.


           XV
           Ana recoge agua de lluvia en una bandeja. Después toma el agua y se la salpica con las manos simulando lluvia.
           Entra Jafet.

ANA: Hola.
JAFET: …
ANA: ¿Qué haces?

            Jafet va a salir.

ANA: Mira mi máquina de lluvia.
JAFET: …
ANA: ¿Te gusta?
JAFET: …
ANA: Eres el tipo más raro que he conocido.
JAFET: …
ANA: Pero eres lindo.
JAFET: …
ANA: Muy lindo.
JAFET: …
ANA: ¿Te gusta la lluvia? (Le avienta gotas de agua con las manos).

            Jafet sale. Ana lo sigue con la mirada. Ríe.
            Sigue jugando con su bandeja de agua.
            Entra Sara canturreando. Ana salpicando el agua. Se miran.

SARA: ¿Qué haces?
ANA: Una máquina de lluvia.
SARA: ¿Para qué quieres una máquina de lluvia habiendo tanta lluvia afuera?
ANA: Porque está afuera y no puede estar adentro.
SARA: Ah…

           Silencio.

SARA: ¿Qué me miras?
ANA: (Cambiando la mirada) No, nada.
SARA: Más te vale.

           Silencio.

SARA: ¿Estás a gusto acá?
ANA: ¿Por qué me habla?
SARA: Pues… quise saludarte.
ANA: No le agrado, ¿por qué me habla?


SARA: Te necesito.
ANA: ¿A mí?
SARA: Sí. A ti.
ANA: Usted no me quiere.
SARA: Lo que siento por ti es independiente a lo que necesito de ti.
ANA: ¿Qué quiere?
SARA: Jafet. Quiero que lo hagas hombre.
ANA: Es lindo como está.
SARA: No me importan tus gustos. Quiero que lo hagas hombre.
ANA: ¿Qué gano con eso?
SARA: Pídeme lo que quieras. ¿Qué me miras?
ANA: Nada.
SARA: Más te vale. ¿Y bien? ¿Qué quieres a cambio?
ANA: ¿Lo que quiera?
SARA: Sí.


ANA: No va a querer.
SARA: Soy mujer de palabra.
ANA: Quiero estar con Negro.
SARA: …
ANA: Solo un momento, no lo quiero para toda la vida.
SARA: …
ANA: Entonces no puedo hacer nada por Jafet.


SARA: ¿Puedo confiar en ti?
ANA: Completamente.
SARA: ¡Qué me miras!
ANA: Nada.


SARA: ¿Podrás hacerlo?
ANA: Puede estar segura.


SARA: Ok… Voy a confiar en ti.
ANA: ¿Por qué?
SARA: Una madre hace cualquier cosa por un hijo.
ANA: No, ¿por qué vino a mí?
SARA: ¿Hay alguien más aquí?
ANA: ¿Sólo por eso?
SARA: No, nena. Las mujeres nos olemos.
No me falles, no me gusta que me fallen.
ANA: Es coser y bordar.


XVI
           Gotera. Samuel con su papiro, escribiendo. Entra Jafet.

SAMUEL: ¿Sí?
JAFET: …
SAMUEL: ¿Se te ofrece algo?
JAFET: …
SAMUEL: Pues aunque no hables yo sí te voy a decir algunas cosas. Porque no me parece justo y no se me hace ley. Yo te he defendido. Desde que eras chiquito, te he defendido. Estuve para ti. Incluso cuando mamá te mandó al internado, fui el único que se opuso. He estado a tu lado. Y me das la espalda. Lo que vas a hacer no es justo. No es. Te he tolerado. Todo bien contigo. Tus gustos… muy tuyos. Yo te tolero. Y así me pagas. Y no es porque debas o no debas pagarme. Pero entre hermanos eso no se hace. Yo la traje porque la amo. Somos almas gemelas. Dos gotas de agua. Y me la quitas así y sin decir nada. Ni una disculpa o algo. O rechazarla. No dices nada. Sólo esperas a que llegue el momento en que pase. Pero aunque te tolere y todo bien, hay cosas que no pueden ser. No las soporto. Y eso que pasó, es una de ellas. Sólo quería decirte que si no te condenas por ser lo que eres, sí lo harás por lo que vas a hacer. Arderás en el infierno. Y ahora sí, no estaré a tu lado. Bien… es lo que tenía que decir, ya lo dije, ahora vete.
JAFET: …
SAMUEL: ¿Aparte de mudo eres sordo? Que me dejes solo.
JAFET: …
SAMUEL: ¿Y?

           Entra Cam llevando una cubeta. Jafet lo mira y sale.

CAM: ¿Qué le pasa al joto?
SAMUEL: No sé.


CAM: ¿Y ahora tú?
SAMUEL: ¿Qué?
CAM: Le dije joto y no lo defendiste.
SAMUEL: Y… lo es.
CAM: Bien.

           Silencio.

CAM: ¿Sigues con tu cosa ésa?
SAMUEL: Sí.
CAM: ¿Y? ¿Cómo vas?
SAMUEL: Algo atorado. El hombre que viaja por el mar se ha quedado en una isla, adormecido por la magia de una mujer que convirtió en cerdos a su tripulación. No sé cómo voy a resolver eso, pero veo una luz al final.
CAM: Ah…
SAMUEL: Debe estar bien. Esto que escribo ahora, será la verdad del mundo futuro.
CAM: Sueña.

Silencio.

SAMUEL: El mundo acaba de destruirse, todo lo que queda es esto que escribo. La verdad, es lo que hay.
CAM: Nadie te creerá.
SAMUEL: Siendo yo el que la educaré, no tiene por qué dudarlo
CAM: ¿Quién?
SAMUEL: La humanidad futura.
CAM: ¿Qué tienes tú que ver con la humanidad futura? Serán hijos de Jafet.
SAMUEL: Horror                                                      CAM: Asco.


CAM: ¿Cómo terminamos acá?
SAMUEL: No sé.
CAM: ¿Te vas a quedar así?
SAMUEL: ¿Así cómo?
CAM: Sin hacer nada.
SAMUEL: Cada quien tiene su forma de obrar.
CAM: Ah…

           Silencio.

CAM: Oye…
SAMUEL: ¿Qué?
CAM: No, nada (Saca estiércol de la cubeta y empieza a embarrarlo en la pared)


           XVII
          Jafet y Ana sentados en un catre. Ella se le acerca.

ANA: Tienes los ojos azules.
JAFET: …
ANA: Eres el único de tu familia. Son lindos. Azules como el cielo.
JAFET: …
ANA: Para cumplir la orden de Dios, debes tocarme. Y más.
JAFET: …
ANA: ¿Te beso?
JAFET: …
ANA: ¿Te han besado? Yo creo que sí, se te ve en los ojos.
¿Te ha besado una mujer?
JAFET: …
ANA: Besos de mamá no cuentan. Las mamás están obligadas a besarte. Es diferente a cuando te besa una mujer. Lo hace para comerte.
JAFET: …
ANA: Si te beso te enamorarás de mí. ¿No te da miedo?

Ana se acerca a Jafet. Intenta besarlo. Jafet pone resistencia pero Ana se sube en él y lo domina.

ANA: Te voy a comer.
JAFET: …
ANA: ¿Te gusta el silencio, eh? (Lo besa). No te preocupes, vas a terminar gritando.


XVIII
           Cam embarrando estiércol de animal en las paredes por donde se cuela el agua. Samuel sentado contra la pared, escribe en su papiro.
           Se escucha un grito de Ana.
           Samuel se pone de pie.
           Entra Ana corriendo y cubriéndose el cuerpo semi desnudo.

SAMUEL: ¿Qué pasó? (La abraza).

Entra Noé seguido por Jafet.

NOÉ: Aquí no ha pasado nada.
ANA: Tu padre se metió al cuarto mientras estaba con Jafet.
NOÉ: Es que Dios me habló.
SAMUEL: ¿Qué?
NOÉ: Es verdad. Me habló y dijo que era yo quien debía estar con Ana. Fui yo el elegido. Tu madre hizo trampa en el sorteo.
ANA: Y yo pensé que era Jafet el que me tocaba.
NOÉ: Es así, es verdad. Dios me habló.
SAMUEL: Te creí, padre. Hice las cosas que dijiste: “Recolecta comida, falta madera… Ya no soy alcohólico”.
NOÉ: Es verdad.
SAMUEL: “Dios me habló”.
NOÉ: Escúchame.
SAMUEL: ¿Qué me vas a decir? A ver, justifícate.
NOÉ: No voy a justificarme. Es sólo…
SAMUEL: ¿Qué?
NOÉ: …
SAMUEL: ¿Qué?

           Entran Sara y Negro. Cam mira todo sonriente.

SARA: Por favor, ¿por qué tanto grito? No se puede dormir en paz.
SAMUEL: Papá se quiso acostar con Ana.
SARA: ¿Cómo?
NOÉ: El hijo está enloqueciendo. Tantos días de encierro…
SAMUEL: ¡No es verdad!
SARA: ¿Quisiste acostarte con ella?
NOÉ: Eres la última que podría decirme algo.
SARA: (Ríe) ¿Te estás vengando?
NOÉ: No...
SARA: Noé, qué dulce.
NOÉ: Estás loca.
SARA: No me ofendes en nada. Esfuérzate más.
SAMUEL: Es una misión de Dios, decías.
NOÉ: ¡Lo es!
SAMUEL: ¿Con qué cara me dices eso?
SARA: A ver si ahora sí me creen. Esto ni lo dijo Dios, tu papá no se ha curado y esta mujer no debería estar acá.
NOÉ: Cállate.
SARA: Es la verdad. Las pruebas están frente a nuestros ojos. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
NOÉ: Claro, como no querer ver un diluvio con la cantidad de agua que ha caído.
Ese tic en el ojo…
SARA: ¡Noé!
NOÉ: ¡Qué!
SARA: Di lo que quieras. Yo nunca me equivoco. (A Samuel) Yo te dije que esta zorra no era buena para ti.
ANA: Entre zorras nos olemos.
SAMUEL: No le faltes al respeto a mi madre.
ANA: ¿Y si te digo que tu madre me pagó por volver hombre a tu hermano?
CAM: ¿A mí?
ANA: A Jafet.
NOÉ: ¿Qué? ¿Hiciste qué?
SARA: No puedo pelear. Debo cuidarme la voz.
NOÉ: Jafet no necesita ser hombre.            SAMUEL (A Ana): ¿Y aceptaste?
SARA: Eso lo dices tú.                                 ANA: Fue una buena oferta.
NOÉ: ¡Por supuesto!                                    SAMUEL: ¿Quién eres, Ana?
SARA: Claro, sabes lo que es ser poco       ANA: Ana.
           hombre.                                             SAMUEL: No te reconozco.
NOÉ: No empieces, Sara.                           ANA: Tampoco es para tanto.
SARA: “No empieces, Sara”. Siempre es   SAMUEL: ¿Qué?
           lo mismo contigo                               ANA: Pues sí, flaco.
NOÉ: ¿Qué lo ofreciste a la chica?             SAMUEL: ¿Con qué te iba a pagar?
SARA: Una noche con Negro.                     ANA: Una noche con Negro.

           Todos voltean a ver a Negro. Negro los mira sorprendido.
           Jafet corre hacia Negro y lo abraza.

SARA: ¿Qué haces?
JAFET: …
SARA: ¿Qué haces?

Jafet besa a Negro. Sara grita, se abalanza sobre ellos e intenta separarlos. Jafet no se deja. El Negro no sabe qué hacer. Sara comienza a maltratar a Jafet. Noé corre a separarlos. Sara grita. Samuel ayuda a Noé a separar a Sara. Sara está como loca. Grita. Cam les ayuda a contenerla. El Arca cruje.

NOÉ: Tranquilízate.
SARA: ¡Suéltenme!
NOÉ: Escucha.
SARA: ¡No, mejor no me sueltes porque no voy a responder!
NOÉ: Tranquilízate.
SARA: ¡Quítalo de mi vista!
NOÉ: Respira.
SARA: ¡No me voy a calmar! ¡Nunca me voy a calmar!
NOÉ: No la suelten, va a lastimar a Jafet.
SARA: ¡Eso júralo!
ANA: Métanla en una jaula. Así no lastimará a nadie. Sólo hay que pasarle comida.
SARA: ¡Zorra! ¡Cállate!
NOÉ: No es mala idea.
SAMUEL: ¡Es mi madre!
ANA: Ahora está transformada. Cuando regrese, la sacan.
SARA: ¡Suéltenme!
NEGRO: Eso no etá bien.
SAMUEL: ¡Cállate, todo lo ocasionaste tú!
NOÉ: Lo mejor será encerrarla en lo que se tranquiliza y pensamos bien las cosas.
SAMUEL: ¿Qué?
ANA: Es lo mejor. Así no podrá lastimar a Jafet. ¿Verdad, suegra?
SARA: ¿Qué me ves? ¿Ah? ¿Qué me ves?
ANA: Su ojo. Como que le brinca.

           Sara grita. Intenta lanzarse sobre Ana.

NOÉ: Ya se puso peor. Llévenla a una jaula.
SARA: ¡No te vas a atrever, Noé!
NOÉ: ¿No? Cárguenla entre todos.
SAMUEL: No estoy dispuesto a participar (La suelta).
NOÉ: ¡Agárrenla bien!

           Ana ayuda a sujetarla. Sacan a Sara. Negro los sigue. Jafet va tras Negro. Samuel los mira salir.
           Obscuro.


           XIX
Jaulas de madera. Hay unas pequeñas rejitas por las que se ven sombras. Se escuchan gruñidos y jadeos. Entran con Sara. Cam abre una de las jaulas. Noé y Ana la meten. Sara grita. Cierran la puerta. Entra Negro seguido por Jafet.

NEGRO: Etán loco too utede.
CAM: ¿Y? ¿A ti qué?
NOÉ: ¿Quieres entrar con ella? Adelante, métete.
NEGRO: …
NOÉ: Vamos.

           Sara grita.

NEGRO: …
NOÉ: ¿No? Entonces cállate. Vámonos, acá apesta.

           Salen Noé y Cam.

ANA: (A Negro) Las zorras deben estar encerradas. ¿O ese abrigo de qué crees que es?

Le guiña un ojo y lo toma del brazo. Se van escuchando gruñidos. Jafet se queda viendo a Sara. Sara grita. Los animales gruñen. Las sombras que se ven, se alteran. Sara grita. Se escuchan jadeos de los animales. Los gritos de Sara se pierden entre los jadeos.
Obscuro.


XX
           Goteras. Algunos charcos de agua en el piso.
Samuel sentado, recargado en la pared. Entran Noé y Cam seguidos por Ana y Negro.

NOÉ: Todo pasará. Tranquilos.
CAM: ¿Seguro?
NOÉ: Sí. Es cuestión de tiempo.
SAMUEL: Están locos.
NOÉ: Era necesario.
SAMUEL: A ella la encerramos, ¿qué vamos a hacer contigo?
NOÉ: ¿De qué?
SAMUEL: ¿La encerraste por loca, no? ¿Qué vamos a hacer contigo?
NOÉ: Estaba golpeando a tu hermano, iba a golpear a tu ex mujer.
SAMUEL: Ella se alteró, pero tú nos trajiste acá.
NOÉ: Porque Dios me habló.
SAMUEL: Te creí. Pero el loco soy yo por creerte.
Enciérrame (Se levanta y le ofrece las manos).
NOÉ: No pongas más leña en el fuego. Ya nos quemamos demasiado.
SAMUEL: ¿Por qué nos arrastraste? (Llora).
NOÉ: Son mi familia. Lo que más quiero.
SAMUEL: Somos una bola de locos. Y todos estamos encerrados.
CAM: ¿Ya, no? Esto se está poniendo muy meloso. Suficiente con que afuera llueva como para que se pongan a llorar acá adentro. Miren el charco que ya hicieron.
SAMUEL: Todos locos. Venía en la sangre. Somos un barquito dentro de una botella. (A Noé) Tu botella.
NOÉ: Llevo mucho sin tomar.
SAMUEL: Abran los ojos, “elegidos”. ¿Qué hacemos acá?
ANA: Tomamos un crucero exótico rumbo al fin del mundo. Y yo seré la nueva Eva.
SAMUEL: …
NOÉ: Te ofrezco una disculpa. El ser humano comete muchos errores y yo soy sólo un ser humano. No estoy exento.
SAMUEL: Qué divertido.
NOÉ: Dime todo lo que quieras.
SAMUEL: No importa.
NOÉ: Habla.
SAMUEL: Cuando el hombre por fin regresó a casa tras tanto viajar, su hijo no lo reconoció (Sale).
NOÉ: ¿Le di la oportunidad, no? ¿Hice algo mal?
ANA: No.
CAM: No creo.
NOÉ: ¿Entonces, por qué me siento tan mal?

           Silencio.
Noé sale. Lo siguen con la vista.

ANA: Qué locos están todos.
CAM: Y agarraste al peor de la familia.
ANA: Una histérica, el otro deprimido, el otro joto, ése molesto… ¿Tú?
CAM: ¿Yo qué?

           Cae un chorro de agua.

ANA: ¡Lluvia!
CAM: Ya hasta está lloviendo adentro.
ANA: Me gusta la lluvia. Me hace sentir plena.
NEGRO: Debemo saca a su mare.
ANA: Ya que se le pase.
CAM: Lo que debemos hacer es elegir al nuevo patriarca de la familia.
ANA: ¿Cómo?
CAM: Ya vimos que Jafet es un problema. Samuel se fue...  así que sólo quedo yo.
ANA: (A Negro) ¿Le entras?

Negro sonríe.

ANA: Ok. ¿Cómo elegimos?
NEGRO: Del má gande al má chico. Voy yo pimero (Toma a Ana y  se la lleva).
CAM: ¿Cuántos años tienes?
NEGRO: No hablé de eso, mi sange.

           Salen.

CAM: No entendí.


XXI
Jafet sentado en el piso y recargado contra la pared. Entra Samuel llevando sus papiros. Se miran. Samuel va a salir.

SAMUEL: Todo lo que pasa es culpa tuya. Estás consciente, ¿no?
JAFET: …
SAMUEL: Todo estaría bien si no fueras así.
JAFET: …
SAMUEL: Bueno, quédate a disfrutar tu destrucción de la familia.

            Samuel sale. Jafet se acurruca.
            Entran Ana y Negro.

ANA: Aquí.
NEGRO: Sí.
ANA: Bien.

            Comienzan a besarse.
Entra Cam llevando una botella.

CAM: Pido mano.
NEGRO: Etá ocupado.
CAM: Joder. Pues dale rápido.
ANA: ¡Ey!
CAM: O háganme un huequito.
NEGRO: Etá ocupado, te igo.
CAM: (Enseñando la botella) Traigo esto de la reserva de papá y sólo será compartido si me toca algo del pastel.
NEGRO: ¿Y cómo e?
CAM: Eso mismo pregunto yo, ¿cómo es? Te hago cambio, tú pruebas lo que yo tengo y yo lo que tú tienes.
NEGRO: Parece bueno.
CAM: Bien.
ANA: ¿Y yo?
CAM: ¿Qué?
ANA: También quiero.
NEGRO: ¿Peo qué va cambiá?
ANA: Nada, pero si no me dan, no hay nada.
CAM: Yo te doy.
ANA: Bien.
CAM: Te jodiste, Negro, quedas fuera.
ANA: ¿Fuera por qué?
CAM: Porque él no tiene botella.
NEGRO: Que iga la ninia.
CAM: (A Ana) ¿Quieres que entre?
ANA: Donde cabe uno, caben dos.

            Jafet se levanta y sale.


            XXII
            Noé recargado en la pared. Tiene algunas botellas vacías al lado y una que está vaciando. Siente comezón en la espalda. Intenta rascarse. Voltea y mira la pared. Rasca un hoyito en la madera. Saca una termita que se está comiendo el Arca  y la coloca en la punta del dedo. La mira.

NOÉ: Polizón, polizón. ¿Qué haces acá? (Silencio). Pobre, tienes hambre. Yo también tengo hambre (Silencio). Hermana termita, ¿qué se necesita para hacer feliz a la gente? (Silencio). Sara me dijo: Noé, ya no tomes. Me da nauseas tu aliento. No importa, bésame, le decía. Sara, me gustas. Extraño tus caderas. Haré lo que quieras. Extraño tus caderas. Supe de un grupo, es para alcohólicos pero no dices tu nombre. Te pasan a hablar y les dices tus cosas a otras gentes. Seguro podrán ayudarte. ¿Para qué quiero eso? Es por tu bien. ¿Por mi bien? Por el de todos. Estás loca. Anda, seguro te ayudan. ¿Y qué hacen? Te pasan al frente a hablar. Me da pena. De eso se trata, si sigues tomando, te pasarán al frente. Cuando ya no tomes dejarás de pasar. Es un método simple pero funcional. Si dejas de tomar, ya no estás obligado a hablar. Juegan con tu pena. No necesito eso. Mañana empiezas. Cinco meses y estaba harto. Ya no tomaba, quería dejarlo. El grupo. Ese día llegó él, sin presentarse, ni saludó. Somos anónimos. Se sentó y me miró fijamente. Sentí frío. Noé, tengo algo que pedirte. Tengo frío. Debes construir un Arca, va a llover. Fue su mirada. Nunca vi una mirada igual. Ojos claros como estrellas. Tintineantes. Hazlo. Sólo lo hice. Esa mirada… Sara, entiéndelo. Te mandé al grupo a curarte y mira lo que haces. Estoy curado. ¿Por qué lo haces? Apóyame. Estoy harta. Sara, perdóname. Estoy harta. (Bebe). Te lo regalo, estaba en oferta. Es negro, debe estar descompuesto. No está descompuesto, así es su color. Es un regalo (Cae una gota a su lado. Noé la mira). ¿Tienes sed? (Cae otra gota. Noé pone a la termita donde cae la gota). Báñate, lo necesitas (Cae otra gota). Ahora a secarse. Limpia. ¿Te gusta tu casa? Tres meses. Tres meses. Tiempo récord. Sus ojos, tintineantes como estrellas. Ya está, le dije. Mete a dos animales de cada especie, me dijo. Metimos los que pudimos, no cupieron todos. Unos muy grandes, otros muy feos. Dos de cada uno. ¿Y tu esposa? ¿O esposo? ¿Qué eres? Nadie sabe. Nunca les vi los genitales a los insectos, los metimos como pudimos. ¿A alguien le interesa la sexualidad de los insectos? No te preocupes, soy de mente abierta. Open main, dice Sara. Es cosmopolita, sabe mucho. Fue cantante. Open main, dice ella. Yo open main. Por eso quiero a mi hijo. ¿Crees que soy buen padre? ¿En qué fallé? (Bebe). Sólo quiero lo mejor. ¿Qué es lo mejor? ¿Lo sabes? (Silencio). Amiga termita, ¿qué hago mal? La mejor escuela, todo lo que pidió. Nunca más te llamaré padre. ¿Por qué? La amo. No sabe qué es el amor. Amor y dolor riman bien, ¿cierto? Lo escuché por ahí, lo dijo un mercader al que la novia le clavó una espada en el corazón. Se desangró, pero alcanzó a decirlo: amor y dolor riman bien. Y murió. Quizá mi hijo ya sabe lo que es el amor. Pero mira cómo se viste. Amiga termita, ¿qué estoy haciendo mal? ¿Por qué a nadie le gusta lo que hago? Nadie está conforme. Papá. Papá (Bebe). Alcohólico, psicópata… ¿Tú me quieres? Responde algo, mueve una patita (La mira. Bebe. Le ofrece a la termita). Bebe conmigo. No es muy bueno. Un recuerdo (Bebe y deja caer un poco sobre la termita). Bebe (Bebe). No dejes el grupo. Estoy curado, llevo un año sin tomar. Estoy curado. Puedes seguir con nosotros. Debo hacer algo, Dios me habló. Estás curado. Gracias. Será la nueva tierra, el león compartirá con el cordero, los hombres serán hermanos. Todos felices. De ti depende (Se le quiebra la voz). ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Esto es verdad? (Silencio). ¿En serio estoy curado o estoy alucinando? Psicópata. Pero está cayendo el diluvio. ¿Es verdad? ¿Qué está pasando? Serás el padre de la nueva humanidad. Arenas del desierto. Pero ya perdí a mi familia. Esto es muy caro (Bebe). No fue de mala lid. Pura venganza. Ni siquiera la quiere (Bebe). La verdad, sí me gusta. Está guapita. Linda. Jugosa. Piernuda. ¿Qué hice mal? Yo sólo soy como soy. Tengo una herencia. Pero eso nadie más lo sabe. Soy el nuevo patriarca. Mundo feliz. De mí depende todo. ¿Es verdad? Mundo feliz. (Silencio). ¿Eres Dios? Mueve una patita. Respóndeme. ¿Eres Dios? (Se la queda mirando esperando respuesta). Tú me hablaste, respóndeme… ¿eres Dios? (Mira a la termita). No te quedes así, respóndeme… ¿eres Dios? Polizón (Aplasta la termita. La mira un momento y embarra los restos en la pared. Se levanta y deja la botella). Ya estuvo bien de chingaderas (Sale. La gotera continúa).


           XXIII
El Arca se nota deteriorada. Hay varias goteras y las paredes presentan señas de humedad. Ana, Negro y Cam están medio desnudos y recostados en el piso. Se ven fatigados.
Llega Noé tambaleándose. Los mira. Se sienta a su lado. Se recuesta con ellos y se queda dormido.
Negro reacciona y lo ve.
Entra Jafet con una cubeta llena de mierda de animal. Los mira.

NEGRO: ¿Qué hace, nenín?
JAFET: …
NEGRO: ¿Etá limpiando?
JAFET: …
NEGRO: Ven, acuéstate. Esto ya se lindieon.
JAFET: …
NEGRO: ¿Qué huele?
JAFET: …
NEGRO: Ven. Luego te ayúo.

Jafet toma mierda de la cubeta y empieza a embarrarla en la pared donde está la humedad.

NEGRO: ¿Qué tiene?
JAFET: …
NEGRO: Ven, que te vo a tratá bonito.

           Jafet lo mira. Toma la cubeta y sale.

NEGRO: Nadie aguanta naa.


           XXIV
Jaulas. Por las ventanitas se ve el agitar de las sombras. Jafet llega con la cubeta. Recoge un poco más de mierda. Escucha un pequeño jadeo junto con pequeños gritos muy agudos. Voltea a ver la jaula donde metieron a Sara. Se escucha un enorme suspiro. Jafet deja la cubeta en el piso y se dirige a la jaula. La abre lentamente. Se mete en ella. Sale de la jaula jalando a Sara. Sara se ve fatigada y muy sonriente. Tiene el abrigo de piel destrozado. Jafet intenta hacerla reaccionar. Sara no responde. Jafet se la lleva.
Los animales gruñen, las sombras se agitan.


           XXV
Jafet llega con Sara. La recuesta junto a Noé. Noé reacciona un poco pero vuelve a quedarse dormido. Jafet se sienta en el piso recargado en la pared. Los mira.
Obscuro.


           XXVI
Misma posición que la escena anterior. Jafet viéndolos.
Hay goteras y la humedad es más notoria.
Jafet se levanta y va a la ventana. Se asoma.
Regresa. Revisa a su familia. Los acomoda.
Regresa a su lugar y se sienta. Los mira.
Obscuro.


XXVII
            Misma posición. Las goteras aumentaron. Hay algunas cubetas recolectando el agua. Jafet entra con más cubetas y las coloca en las goteras. Los mira.
           Silencio.
Jafet va a la ventana. Ha dejado de llover. Jafet respira.
Regresa y los revisa. Va a su lugar. Se sienta y los mira.
Obscuro.


           XXVIII
Un fuerte crujido. Luz.
Todos en la misma posición. Hay un charco bastante considerable y pocas goteras. Varias cubetas recolectando el agua. Las paredes tienen salitre.
Se escucha el crujido nuevamente. Jafet reacciona. Se levanta. Se asoma por la ventana. Se escucha el crujido. Una parte del Arca cae. Los demás reaccionan. Se miran entre sí. Nadie se atreve a hablar. Ana y Sara intentan cubrirse.

NOÉ: ¿Qué pasó?

           Silencio.

SARA: Estoy mareada.
ANA: Me duele la cabeza.
NOÉ: ¿Hay sol?
SARA: ¿Dejó de llover?
CAM: ¿Qué pasa?
SARA: Todo está girando.
NOÉ: Dios.
SARA: ¿Cuánto tiempo pasó?

           Miran a Jafet.

NOÉ: ¿Qué haces ahí sentado?
SARA: ¿Quién me trajo acá?
ANA: Me duele todo.
CAM: Apaguen el sol.
SARA: Regrésenme. Me deben estar buscando.
NOÉ: ¿Qué día es?
SARA: ¡Que me regresen!
ANA: Me destrozaron.
NEGRO: No fue naa.
SARA: ¿Por qué estoy acá? ¡Necesito estar con ellos!
NOÉ: ¿Y mi termita?
SARA: ¡Quiero a mis animales!
NOÉ: ¿Y Dios?
CAM: Quiero más.
ANA: Olvídalo.
SARA: ¡Regrésenme con mis animales!
NOÉ: ¿Quién metió el agua?

           Entra Samuel. Se los queda viendo.

NOÉ: ¿Qué me ves? Don perfecto.
SAMUEL: No me hables así.
NOÉ: Te hablo como quiero. Si me faltas al respeto, yo puedo hacerlo. Más que soy tu padre.
SARA: ¿Quién me sacó?          ANA: No puedo ni sentarme.       CAM: ¡Apaguen el sol!
NOÉ: Todo lo hice para salvarnos.
SAMUEL: El Arca se está inundando. Los animales corren por todos lados y nos estamos hundiendo en la mierda.
SARA: ¡Mis animales!
CAM: Ahí te hablan, Negro.
SAMUEL: ¿No se dan pena?
SARA: Mis animales, ¿dónde están mis animales?
SAMUEL: ¿Nos estamos hundiendo en la mierda y a nadie le importa?
NOÉ: Somos la nueva humanidad.
SAMUEL: ¡Despierta!
NOÉ: No me hables así, soy tu padre.
SAMUEL: Ya no soy tu hijo.
NOÉ: ¿No?
SAMUEL: Primero me aviento por la borda.
NOÉ: Eres idéntico a mí. Nunca tendrás el valor para hacerlo. Amenazas pero sabes que jamás lo harás.
SAMUEL: Estás demasiado seguro.
NOÉ: Porque te conozco. No tienes secretos para mí.
SAMUEL: Si para salvarme de esto debo saltar, voy a hacerlo.
NOÉ: Pues hazlo. Demuéstrate y aviéntate. Sólo haciéndolo dejarás de ser como yo.
SAMUEL: Lo voy a hacer.
NOÉ: Quiero verte.
SARA: Noé…
NOÉ: Anda.
SARA: Noé, ya…
NOÉ: Te vas a convertir en mí. No tienes otra opción.
SARA: Noé… Lo va a hacer.
NOÉ: (A Sara) ¿Qué te preocupa? Siempre has dicho que soy un mediocre y que los hijos son iguales.
SARA: Míralo, lo va a hacer.
NOÉ: ¡Le falta valor para hacerlo!

           Samuel sale corriendo. Se avienta por la borda.

SARA: ¡Samuel!
NOÉ: Mierda. Sí lo tuvo…
SARA: ¡Samuel! (Sale corriendo tras él).
NOÉ: Pero era idéntico a mí…
Qué difícil es ser padre.

           Negro sale tras Sara. Regresan. Sara llora.

ANA: ¿Qué pasó?
SARA: Niño Samue, saltó.
ANA: ¿Dónde?
SARA: ¡Por la borda! ¡Reacciona, tu hombre acaba de saltar por la borda!
ANA: ¿Por dónde?
CAM: No te preocupes, me tienes a mí.
ANA: En esta familia están locos. Todos.


ANA: ¿Para qué saltó?
NEGRO: No se ve. Hay demasiado cadávere flotando.
ANA: ¿Cadáveres?
NEGRO: Parece sopa de difunto. Hay gente y animale po todo lado. Etán bien hinchado.
SARA: ¿Cadáveres?
NEGRO: Mucho.
NOÉ: Nos salvamos…

           Un crujido.

CAM: El Arca se está inundando. Los animales de abajo están corriendo por todos lados y se comen entre ellos.
SARA: ¡Mis animales!

           Sara sale corriendo. Negro la sigue.

NOÉ: Estoy cansado…

Se queda parado viendo el Arca. Un chorro de agua le cae en la cara. Noé se lanza contra el Arca. Patea las paredes, por la humedad ceden fácilmente y comienzan a romperse. Noé rompe el Arca con las manos. Los demás lo miran sorprendidos.

NOÉ: Basura. ¡Pura basura!
CAM: Papá, cálmate.
NOÉ: ¿No te das cuenta? Es pura basura.
CAM: Te vas a lastimar.
NOÉ: Serás el nuevo patriarca. Tu descendencia será grande. Un mundo nuevo. ¡Pura basura!
CAM: Papá, ya.
NOÉ: (A Dios) Hubieras escogido a otro. Estoy harto de tanta mierda. ¿Qué familia voy a tener si ya la perdí toda?
ANA: Se va a lastimar.
CAM: Papá, cálmate.
NOÉ: Sara tiene razón. Si quieres un mundo nuevo, destruye este y hazlo otra vez. Para qué me haces pasar por esto. ¿Para qué?
CAM: Papá, no blasfemes.
NOÉ: Metí en el Arca todos mis sueños y sólo para que te rías de ellos. Pues ríete más. ¡Ríete! Quiero oír tus carcajadas. ¡Anda!

           Entra Negro.

NEGRO: Abajo todo se etá hundiendo. No pude saca a su made. Los animale etán coliendo po todo lado, ella etá ente ello. No quiele sali, los pesigue.
NOÉ: ¡Respóndeme, carajo! ¿Qué más quieres?
NEGRO: Hay que sali de aquí. El Aca se va a hundí.
CAM: Papá, vámonos. El Arca se hunde.
NOÉ: ¿Me quieres quitar los sueños? No vas a poder. ¡Me voy a morir con ellos!
CAM: Papá, vámonos.
NOÉ: No voy a perderlos. Ya perdí mucho. Se acabó.
ANA: Hay que salir.
NEGRO: Esto no va a tardá.

Intentan sacar a Noé. Él se aferra al Arca. El Arca se rompe más mientras más luchan. Tropiezan con las cubetas. Noé lucha. El Arca cruje.

ANA: Yo me voy (Sale corriendo).
CAM: Vámonos, papá.
NEGRO: Si no quiele salí, déjalo.
CAM: Es mi papá.
NEGRO: Es mejó tenelo en la memoria como un buen lecueldo.
CAM: No quiero.

           El Arca cruje. Se mueve.

NEGRO: Yo sí me voy (Agarra a Jafet y lo carga. Jafet se sorprende. Salen).
CAM: ¡Papá!
NOÉ: Estoy esperando. ¡Responde!
CAM: Por favor, vámonos.
NOÉ: ¡Dame una señal! ¡Dime que esa mirada era cierta!
CAM: Papá…
NOÉ: ¡Hazlo!

Silencio.
Una paloma entra al Arca llevando una ramita de Olivo.
Noé la mira. La paloma sale volando.

NOÉ: ¿La viste?
CAM: Sí, todos los animales están huyendo. ¡Vámonos, nos vamos a ahogar!
NOÉ: Era la mirada.
CAM: ¡Era una paloma!
NOÉ: Era un espíritu. Un espíritu santo que me trajo una señal.
CAM: ¡Era una paloma! ¡Sólo se cagan las sinagogas, vámonos!
NOÉ: No puedo.
CAM: Por favor…
NOÉ: No ahora.
CAM: Entiende (Lo abraza).


NOÉ: Está bien. Adelántate. Voy tras de ti.
CAM: Vámonos.
NOÉ: Adelántate. Voy a hacer una oración breve para despedirme del Arca.
CAM: Te espero.
NOÉ: No, es privada. Anda. Ya voy.
CAM: Está bien. Apúrate.

           Cam sale.

NOÉ: Si tienes un sueño, lo mejor es defenderlo.

Se sienta. Toma un pedazo de madera y lo abraza. El Arca cruje. Empieza a hundirse. Noé sonríe. Un crujido más fuerte. Entra el aire.

NOÉ: Ven, Dios. Siéntate conmigo.

           Un crujir más. Se va obscureciendo mientras el Arca se destruye.
Obscuro.
Silencio.


           XXIX
Lugar impreciso.
Ana, Jafet y Cam están sentados. Ana escribe, se nota ligeramente embarazada. Negro está parado al lado. Jafet mira el horizonte.

ANA: Listo.
CAM: ¿Cómo quedó?
ANA: Bien.
CAM: ¿Segura?
ANA: Léelo.
CAM: No… no quiero agarrar los papiros de Samuel.
Que lo lea Negro.
ANA: Me parece bien (Le da el escrito a Negro). Léelo.
NEGRO: ¿Po favó?
CAM: Como quieras, pero lee.
NEGRO: (Limpia la garganta. Se dispone a leer. Los tres lo miran). Eta e la hitoria de Noé. Noé fue en su tiempo un homble justo y que se potó bien en too; Noé caminaba con Dió. Noé tuvo tre hijo: Samuel, Cam y Jafet. El mundo se colompió a los ojos de Dió y se llenó de violencia. Miló Dió a la tiela y vio que etaba colompida, pue too lo motale de la tiela seguían el camino del mal.  Dijo Dió a Noé: “He decidido acabá con too lo sere vivo, pue la tiela etá llena de violencia po culpa de ello, y lo voy a suprimí de la tiela. En cuanto a ti, constuye un Alca de madela de cipré; en el Alca dispondrá celdita, y las lecubrirá con blea po dento y po fuela. La construirá de la siguiente manea: tendlá ciento cincuenta meto de lago, veinticinco meto de ancho y quince meto de alto/ “.
CAM: ¿No es excesivo?
ANA: ¿Quién lo va a saber?
CAM: Tienes razón.
ANA: (A Negro) Sigue.
NEGRO: “Le pondrá un techo, dejando medio meto ente la pate supelió de los costado y el techo. Pondrá la pueta del Alca en un costao y hará un pimé piso, un segundo y un telcelo/ “
CAM: Sáltate un poco.
NEGRO: “Noé hizo too lo que Yavé le había oldenao. Noé tenía seisciento año de edá cuando se podujo e diluvio que inundó la tiela”.
CAM. No manches.
ANA: ¿Qué?
CAM: Mi papá no tenía esa edad.
ANA: ¿No? Me pareció.
CAM: (A Negro) Lee el final.
NEGRO: Yavé decidió: “Nunca má maldecilé la tiela po causa del hombe, pue veo que su pensamiento etán inclinadoal mal ya dede la infancia. Nunca má volveé a catigá a todo sel viviente como acabo de hacelo.
Mientra due la tiela,
Hablá siembla y cosecha,
Pue nunca cesalán
Ni el fío ni el caló,
Ni el velano ni el invielno
Ni lo día ni la noche”.
ANA: ¿Qué les parece?
NEGRO: Questá mal en la puntuación.
ANA: Se corrige.
CAM: Suena bien.
ANA: ¿Sólo eso?
CAM: ¿Qué quieres? Escribiste mucho.
ANA: Hazlo tú.
CAM: No quiero tocar los papiros de Samuel.
ANA: ¿Entonces?
CAM: Déjalo así. Creo que está bien. ¿Qué les parece?
NEGRO: Hablía que leelo todo.
CAM: ¿No se te escapó algo?
ANA: No, tuve cuidado.
CAM: Bien.

           Negro les entrega el escrito. Se sienta junto a Jafet. Lo abraza.
           Cam acaricia el vientre de Ana. Ana sonríe.

CAM: ¿De quién será?
ANA: No sé.
CAM: Yo me haré cargo.
ANA: No te lo he pedido.
CAM: Quiero hacerlo.
ANA: …

           Silencio.

ANA: Mira, aunque el niño fuera tuyo, no voy a vivir contigo.
CAM: Bien.

Silencio.

CAM: ¿Todo estará bien?
ANA: Sí.

           Silencio.

CAM: ¿Segura?
ANA: ¿Qué te da miedo?
CAM: Todo lo que pasó…
ANA: Nadie lo sabrá. Se dirá sólo lo que escribimos.
JAFET: O lo que contemos.

Todos miran a Jafet.
Negro abraza a Jafet.
Ana se abraza el vientre.
Cam se rasca la cabeza.
Miran en el horizonte el sol que se va ocultando dando paso al

Obscuro final.